• Abscesos epidurales.

    Clínicamente originan una tríada clásica de síntomas consistente en dolor lumbar localizado que aumenta con la palpación y la percusión, fiebre y déficit neurológico consistente en mielopatía, radiculopatía o síndrome de cola de caballo, dependiendo de la localización y extensión del absceso. Pocos pacientes presentan esta clínica de manera completa.
    Son de localización mayoritaria en zona posterior y lateral del saco dural  toraco-lumbar (la dura anterior está más adherida al cuerpo vertebral). A menudo la infección difunde verticalmente, abarcando múltiples niveles.
    En los países en desarrollo los abscesos epidurales, especialmente por micobacterium tuberculosis son una de las principales causas de compresión medular. También es frecuente su aparición en los países desarrollados, en este caso en relación con cirugías de columna, prevalencia de la infección VIH, drogadicción intravenosa, inmunosupresión y envejecimiento de la población.
    El germen más frecuentemente implicado en la etiología del absceso es el Estafilococo aureus, que llega por vía hematógena desde una infección en la piel o en los tejidos blandos, seguido por bacilos gram negativos, streptococcos, anaerobios y mycobacterium. En uno de cada tres pacientes no se llega a encontrar el foco primario.
    El diagnóstico se realiza por Resonancia Magnética. Generalmente el proceso infeccioso destruye el disco y las placas vertebrales para difundir posteriormente al espacio epidural. La rentabilidad de los hemocultivos es baja. La punción aspiración sí tiene un mayor rendimiento diagnóstico y suele demostrar el germen implicado.
    Si se conoce el germen, bien por aspirado o bien por hemocultivos y el paciente no presenta déficit neurológico el tratamiento más adecuado es el médico con antibióticos de amplio espectro según antibiograma, intravenosos durante 6 semanas y cuidadosa vigilancia neurológica y de resonancia. Si la evolución es desfavorable por desarrollo de clínica neurológica o persistencia de la infección se optará por el desbridamiento quirúrgico. (Julie E 2010)

    BIBLIOGRAFÍA
    - Julie E, Hammack, MD. Neoplastic and other compressive myelopathies. Syllabi. American academy of neurology. 2010.