• Síndrome de dorsalgia baja degenerativa.

    A menudo las lumbalgias mecánicas o muculoesqueléticas son recurrentes o se hacen crónicas. El paciente cuenta un dolor sordo lumbar que aumenta con los movimientos y se acompaña de rigidez. No es infrecuente que se irradie a glúteos o parte posterior de los muslos haciendo sospechar un dolor de origen radicular, cuando en realidad es la expresión de un dolor referido. Las molestias mejoran en periodos de días o semanas, aunque tienden a reaparecer en un lapso de tiempo variable. Los ataques repetitivos son típicos de la espondiloartropatía degenerativa. Las estructuras sensibles al dolor en la región lumbar son múltiples y no se puede localizar de modo fiable con la historia y la exploración física cuál es la fuente exacta del dolor.
    No se aprecian anomalías motoras, sensitivas o de los reflejos en la exploración.
    Las pruebas complementarias radiológicas no están indicadas a menos que el dolor no haya mejorado en un mes o se consideren diagnósticos alternativos. Cuando se realizan, frecuentemente se aprecian osteofitos, esclerosis de las plataformas vertebrales, estrechamiento del espacio discal y otras modificaciones que aparecen paulatinamente con la edad. Su demostración no tiene valor diagnóstico ni modifica el tratamiento y no se correlaciona con los síntomas. Muchas se realizan innecesariamente.
    El tratamiento se basa en tandas cortas de analgésicos, movilización en cuanto el dolor lo permita y rehabilitación. Muchas veces se suman problemas de compensación laboral y problemas sociolaborales que tienen un impacto no despreciable en los pacientes cuya evolución es desfavorable.