• Semiología de las vías vegetativas de la médula espinal

    El sistema nervioso autónomo o vegetativo (SNA) es la parte del sistema nervioso que se encarga de inervar las estructuras u órganos relacionados con las actividades involuntarias internas necesarias para el funcionamiento del organismo, como el corazón, el músculo liso y las glándulas.

    La función respiratoria es un proceso automático, llevado a cabo por el SNA. Las lesiones medulares producidas por encima de un nivel C3 producirán una apnea, por parálisis respiratoria del músculo diafragma mientras que las lesiones inferiores a este nivel, producirán afectación de la musculatura respiratoria accesoria e intercostal pero no del diafragma, por lo que, de afectarse la función respiratoria, ésta se hará más superficial.

    El centro de la micción está localizado a nivel sacro S2-S4. Si existe una lesión superior a los centros parasimpáticos sacros S2-S4 el resultado es una vejiga refleja espástica, existiendo una hiperactividad del músculo detrusor vesical, de forma que el llenado y vaciado vesical se produce de forma automática. Si la lesión es inferior a los núcleos sacros, se produce una vejiga autónoma, encontrándose ésta fláccida, por pérdida del tono del músculo detrusor y produciéndose la micción por rebosamiento, manteniéndose exclusivamente el control medular simpático.

    El centro de la erección del pene y del clítoris tras estímulo directo se localiza a nivel sacro (S2-S4), mientras que el control psicógeno tras estímulos corticales se localiza a nivel dorso-lumbar (niveles D11- L2). Si la lesión medular se produce por encima del nivel D11, se afectarán las erecciones psicógenas, la eyaculación en el varón si la lesión es completa, pudiendo preservarse en algunos casos si ésta es incompleta, y la lubricación vaginal psicógena en la mujer, pudiendo preservarse la refleja. Si la lesión se produce por debajo del nivel D11 se afectarán las erecciones reflejas, pudiendo preservarse las psicógenas en algunos casos de lesiones incompletas, y la eyaculación en un alto porcentaje de varones si la lesión medular es completa, preservándose en un mayor número de casos en lesiones incompletas.

    La motilidad intestinal se controla por el centro parasimpático sacro S2-S4, que facilita la estimulación de la motilidad intestinal y relajación del esfínter anal, y por las fibras simpáticas (D9-L2), que provocan enlentecimiento del ritmo intestinal y contracción del esfínter. Si la lesión medular se produce por encima de los centros parasimpáticos sacros, aparece un aumento del tono de la pared del intestino y del esfínter anal, produciéndose el vaciado de forma refleja, tras la distensión de la pared, cuando el intestino está lleno. Si la lesión es inferior a los centros sacros, existe una pérdida del tono del esfínter anal, así como una disminución de los movimientos peristálticos intestinales, aunque preservándose los movimientos segmentarios llevados a cabo por el sistema nervioso entérico, produciéndose estreñimiento, aunque puede existir incontinencia por la relajación del esfínter anal.