Contenido más visitado hoy
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Examen físico y neurológico en epilepsia |
Exploración general |
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Enfermedades debidas a mutaciones puntuales del ADNmt |
Se han identificado más de 150 mutaciones patogénicas en el ADNmt. La mayoría son de herencia materna y se presentan en forma de cuadros multisistémicos - algunos sin embargo, son específicos de tejido (como en la neuropatía óptica de Leber, por ejemplo) y otros esporádicos (como las mutaciones somáticas responsables de miopatías aisladas) |
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Clasificación internacional de los trastornos del sueño |
La Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño (International Classification of Sleep Disorders o ICSD) distingue tres grandes grupos de enfermedades del sueño: disomnias, parasomnias (trastornos patológicos que suceden durante el sueño) y trastornos psiquiátricos del sueño.
Disomnias |
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Impersistencia motora |
La impersistencia motora es un término introducido por Fisher en 1956. Previamente síntomas similares habían sido interpretados como distintas apraxias o se habían confundido con afectación cognitiva. Puede ser definida como la incapacidad para mantener un acto motor. |
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Marcha tambaleante |
Forma de marcha anormal caracterizada por la realización de movimientos laterales del tronco exagerados, acompañados de elevación de la cadera. También es conocida por los siguientes términos: Marcha anadeante, Marcha de ánade, Marcha de pingüino, Marcha de pato, Marcha distrófica. La patología causal más habitual es la afectación de la cadera en los adultos y las distrofias musculares en los niños. |
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Marcha espástica |
La espasticidad es una de las manifestaciones más frecuentes del denominado síndrome piramidal. Fue definida por Lance en 1980 como "un trastorno motriz caracterizado por un aumento del reflejo tónico de estiramiento (tono muscular), con reflejos tendíneos exagerados, debido a un hiperexcitabilidad del reflejo miotático" (Lance 1980) . |
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Tipos de Migraña |
8.2.6.2 Migraña con aura |
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Ejercicio físico para el ictus: bueno, bonito y barato |
Una de las principales medidas en torno a la prevención del ictus es la modificación dietética, esto es, del hábito de vida: en este sentido, la realización de ejercicio físico constituye una herramienta muy útil tanto en prevención primaria como en la fase de rehabilitación postictus. A modo de ejemplo, el estudio prospectivo del grupo de Jefferis en el Reino Unido sobre una cohorte de pacientes en el Reino Unido apreció que, en aquellos que realizaban un ejercicio físico aeróbico tan simple como el caminar, el riesgo de padecer un ictus era menor en aquellos que realizaban esta actividad más horas semanales (los mejores resultados se obtenían en pacientes con más de 21 horas) frente a los de menor actividad (4 horas). Debe destacarse, además, que la intensidad del ejercicio no influía en el pronóstico; dicho de otro modo: importaba la cantidad, no la potencia.
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Terapia no farmacológica en el insomnio: ¿Cómo estamos a día de hoy? |
El insomnio es una de las patologías más prevalentes en la población general. Causas médicas o psiquiátricas aparte, un buen porcentaje corresponde al conocido como insomnio primario o psicofisiológico, el cual es un motivo muy habitual de consulta entre los profesionales interesados en el tema. En general se admite que los diferentes fármacos aprobados para este campo (benzodiacepinas, agonistas de receptores benzodiacepínicos, antidepresivos) no debieran emplearse más allá de un periodo de seis u ocho semanas, siendo altamente recomendable valorar su necesidad a partir de ese momento. También se hace necesaria la presencia de una terapia no farmacológica o conductual, que incluye diversas modalidades.
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¿Cuánto debe dormir un niño? |
¿Cuanto debe dormir un niño? Esta es una pregunta tan frecuente en nuestra consulta como difícil de contestar. Durante la etapa de recién nacido, pasará entre 17-18 horas durmiendo en forma de periodos de mayor o menor duración, intercalados con episodios de vigilia. Este tiempo irá disminuyendo hasta la edad adulta, en la que los periodos de sueño suelen variar de 6 a 8 horas. Al igual que en los adultos, también en los niños existen diferencias entre individuos. Las necesidades de cada niño varían de uno a otro e incluso a lo largo del día. Entonces, volviendo a la pregunta inicial, a la hora de valorar el sueño de un niño se debe considerar el ciclo vigilia/sueño en su conjunto. Es decir, si el sueño nocturno es continuado, sin despertares y durante la vigilia el niño se mantiene activo, sin mostrar signos de somnolencia y con un comportamiento normal en cuanto al juego y resto de actividades propias de la edad, en principio no debe preocupar las diferencias entre uno y otro niño, siempre dentro de unos límites, como es natural.
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