• Alteración en la motilidad esofágica asociada a disfunción autonómica

    La disfunción autonómica del esófago puede manifestarse en forma de disfagia o pirosis, pero habitualmente cursa de forma asintomática. La disfagia se debe a la alteración de la motilidad del esófago. La disfagia es inusual en el fallo autonómico puro. A veces se presenta en las fases finales de la atrofia multisistémica. En la enfermedad de Chagas se afecta con frecuencia el esófago, con acalasia y megaesófago que ocasiona vómitos. (Mathias; 2005).
    La pirosis es síntoma del reflujo gastroesofágico. Este reflujo puede llegar a producir esofagitis. (Bittinger et al; 1999a)


     


    La ACALASIA es una enfermedad de etiología desconocida, cuya incidencia se cifra en alrededor de 1:100.000 habitantes/año. Afecta por igual a varones y a mujeres y puede presentarse a cualquier edad.


    Sobre la etiología de la acalasia se ha hipotetizado en la posible implicación de factores genéticos, infecciosos y autoinmunes.


    Desde el punto de vista fisiopatológico, existe una degeneración y disminución de las células ganglionares del plexo de Auerbach. La repercusión funcional es una disminución de los mecanismos inhibidores de la contracción muscular. Los neurotransmisores que median la relajación del esfínter esofágico inferior (EEI), péptido intestinal vasoactivo y óxido nítrico están ausentes en los pacientes con acalasia. Esta alteración en la inervación del músculo liso esofágico se traduce en una respuesta exagerada frente a los estímulos excitatorios de tipo colinérgico.


    Las dos alteraciones fundamentales que caracterizan a la acalasia son:
    - La relajación incompleta del EEI tras la deglución (que aumenta la resistencia al flujo esofagogástrico)
    - La ausencia de peristalsis en el cuerpo esofágico (que disminuye la capacidad propulsiva del esófago).


    El cuadro clínico consiste en disfagia tanto para los líquidos como para los sólidos. Otro síntoma típico es la regurgitación de alimentos retenidos en el esófago. Los pacientes con acalasia también pueden referir síntomas respiratorios, en particular episodios nocturnos de tos, o neumonías recurrentes, debido a la aspiración involuntaria del contenido esofágico regurgitado. En casos avanzados pueden presentar anemia, malnutrición y deficiencias vitamínicas secundarias a la carencia alimentaria.


     


    Otro trastorno de la motilidad esofágica es el ESPASMO ESOFÁGICO DIFUSO, que cursa clínicamente con disfagia y/o dolor torácico. Las contracciones de propulsión normales que mueven los alimentos a través del esófago son reemplazadas de forma periódica por contracciones no propulsivas. Afecta de forma semejante a varones y mujeres y es más frecuente después de los 50 años.


    La etiopatogenia es desconocida, al igual que en la acalasia; sin embargo, guarda cierta relación con ésta.


    El cuadro clínico es muy variable y puede producir desde síntomas graves e incapacitantes hasta ser asintomático o escasamente sintomático. El dolor retroesternal es una de sus manifestaciones clínicas; a veces se irradia a la espalda o hacia los brazos, con una distribución semejante a la de la angina de pecho. El dolor del espasmo, como el de la angina, puede desaparecer con la administración de nitroglicerina, por lo que este dato es de poco valor para el diagnóstico diferencial. El dolor puede aparecer espontáneamente o desencadenarse tras la ingestión de bebidas frías o durante períodos de tensión emocional. El otro síntoma característico del espasmo es la disfagia, que puede presentarse junto con el dolor o ser independiente. Algunos pacientes nunca aquejan disfagia, y otros padecen disfagia sin dolor. La disfagia suele ser episódica, e igual para sólidos y líquidos. (Bittinger et al; 1999b) (Bixquert-Jiménez et al; 2009).


     


    BIBLIOGRAFÍA:
    Bittinger M, Barnert J, Wienbeck M (1999). Autonomic dysfunction and the gastrointestinal tract. Clinical Autonomic Research, 9: 75-81.


    Bixquert-Jiménez M, Mearín-Manrique, Pera-Román FM (2009). Enfermedades del esófago. En: Farreras P, Rozman C (Eds), Medicina Interna. Madrid: Ediciones Harcourt.


    Mathias CJ (2005). Disorders of the autonomic nervous system. En: Bradley WG, Daroff RB, Fenichel GM, Marsden CD (Eds), Neurology in clinical practice, (pp 2131-2166). Philadelphia: Butterworth Heinemann.