• Trastornos de la termorregulación en la disfunción autonómica

    RESUMEN: En el control de la temperatura corporal interviene el hipotálamo fundamentalmente, manteniéndose una temperatura en torno a los 37ºC. La vía aferente parte de los termorreceptores periféricos (cutáneos, vasculares y víscerales) y termorreceptores centrales (médula, tálamo, hipotálamo y núcleos trigeminales). La vía eferente desde el hipotálamo viaja a través de tronco del encéfalo y columna intermedio-lateral de la médula (fibra pregangliónica) de donde parte hacia la cadena simpática laterovertebral alcanzando por último la glándulas sudoríparas ecrinas y vasos (fibra postgangliónica). Así, en hipotálamo se integra la información de la vía aferente, y la respuesta eferente consistirá en provocar pérdida de calor activando el sistema nervioso simpático, o retención de calor.


    Los trastornos de la termorregulación pueden estar producidos por lesiones a nivel de la vía aferente, el hipotálamo o la vía eferente (fundamentalmente a nivel de los dos últimos). Por otro lado, diferentes trastornos neurológicos resultan en una excesiva producción de calor que desborda al sistema termorregulatorio. Pero en la mayoría de las ocasiones las alteraciones en la temperatura corporal se deben a causas no neurológicas. La hipertermia o fiebre (temperatura corporal por encima de 38ºC) no debe de atribuirse a un “origen central” a no ser que exista una evidente afectación del hipotálamo o vía eferente, sobre todo a nivel mesencefálico-pontino. La hipotermia (temperatura corporal inferior a 35ºC) también suele ser de causa no neurológica habitualmente.