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Fecha publicación: 19-12-2012
Autor: Sagrario Manzano

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Origen:FreeDigitalPhotos.net

En la última década, el diagnóstico precoz de la Enfermedad de Alzheimer (EA) ha cobrado especial interés, por ello se han propuesto unos nuevos criterios diagnósticos según Dubois y cols en el 2007, que se sitúan en el terreno de la investigación. El principal cambio respecto a los criterios del National Institute for Neurological and Communicative Disorders and Stroke- Alzheimer’s Disease and Related Disorder Association no es la existencia de un deterioro significativo de la memoria episódica, con independencia de la pérdida funcional, sino el sumatorio a este binomio clásico de un biomarcador anormal, que incluye atrofia del hipocampo detectada en RM, la alteración de proteínas en LCR (disminución de los niveles de Aβ1-42 y un aumento de los niveles de tau total (t-tau) y tau fosforilada (p-tau), PET de amiloide o la detección de una mutación autosómica dominante para la enfermedad.

 

Teniendo en cuenta estas premisas, los criterios diagnósticos de Dubois, permiten tanto el diagnóstico etiológico como la posibilidad de su diagnóstico en fase prodrómica.
El NIA-AA a su vez en el año 2011 establece nuevos criterios teniendo en cuenta la presencia de los biomarcadores como apoyo al diagnóstico, confiriendo un mayor nivel de certeza o evidencia de un proceso fisiopatológico subyacente.

El punto de inflexión en la actualidad es la falta de estandarización de los biomarcadores y la posibilidad de su aplicación en la mayoría de los centros a nivel mundial. Una de las mayores dificultades por tanto es, no solo su interpretación, sino su aplicación clínica. En este sentido, la aplicación clínica de los biomarcadores diagnósticos implica que se den dos condiciones fundamentales por una parte, deben demostrar una buena sensibilidad y especificidad y, por otra, deben tener una fácil aplicación e interpretación. Los costes en este momento no lo han permitido, por ello el NIA-AA ha elaborado sus criterios diagnósticos fundamentados en la clínica, sin que los biomarcadores constituyan el epicentro de los mismos, solo un soporte.

 

No cabe duda que la precocidad del diagnóstico de la EA genera beneficios a todos los niveles, tanto para el paciente en su dimensión médica, personal y social, como para el médico. Abordar la enfermedad precozmente facilita el manejo clínico, al poderse adelantar a la aparición de los síntomas. A todo lo expuesto, hay que añadir que en un futuro dispondremos de fármacos que modifiquen el curso evolutivo. Es evidente que su utilización deberá aplicarse, en fases precoces, al menos en la llamada fase prodrómica de la enfermedad, años antes de la aparición de la demencia. En este sentido, los nuevos criterios de investigación para el diagnóstico de la EA han sido un primer paso y un avance significativo para clasificar a los pacientes cuando presentan sintomatología muy leve y todavía no se ha instaurado una demencia.
Sin embargo, los criterios requieren de un mayor desarrollo, caracterización, estandarización y normalización fundamentalmente de los diferentes marcadores biológicos propuestos en ellos.

Como reflexión final, en palabras de Dubois, con el tiempo se tenderá a obviar la terminología controvertida y confusa que supone EA prodrómica o EA preclínica, y la EA se considerará un continuum tanto por parte de los facultativos como de la población  general. Solo de esta manera se podrá avanzar, desde todos los ángulos, en el conocimiento de esta compleja enfermedad.

 

La Dra. María Sagrario Manzano Palomo es neuróloga, trabaja en el Hospital U. Infanta Cristina (Parla-Madrid) y es miembro del comité coordinador del grupo de estudio de la neurología de la conducta y demencias de la Sociedad Española de Neurología.

- Una nueva aproximación en el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer con biomarcadores: descripción del AD-CSF-Index. José L. Molinuevo, Juan D. Gispert, Jesús Pujol, Santiago Rojas, Albert Lladó, Mircea Balasa, Anna Antonell, Raquel Sánchez-Valle, Lorena Rami

-Dubois B, Feldman HH, Jacova C, Dekosky ST, Barberger-Gateau P, Cummings J, et al. Research criteria for the diagnosis of Alzheimer’s disease: revising the NINCDS-ADRDA.
Lancet Neurol 2007; 6: 734-46.

- Alzheimers Dement. 2011 May ; 7(3): 263–269. doi:10.1016/j.jalz.2011.03.005.