• Nervio femorocutáneo (L2-L3)

    RESUMEN: El nervio femorocutáneo (L2.L3) es un nervio puramente sensitivo. Sale por el margen lateral del músculo psoas, atraviesa el músculo ilíaco y el ligamento inguinal y entra en el muslo por debajo de la fascia lata. El nervio desciende y se divide en dos ramas: una rama anterior que inerva la piel de la cara anterior del muslo hasta la rodilla, y una división posterior que inerva la mitad superior de la cara lateral del muslo. Su lesión, conocida como meralgia parestésica, provoca dolor y parestesias en la región del muslo inervada por él, no pudiéndose demostrar una clara causa compresiva en la mayoría de los casos.

     

    Es un nervio puramente sensitivo que se origina de las raíces L2 y L3. Sale por el margen lateral del músculo psoas, atraviesa el músculo ilíaco y el ligamento inguinal y entra en el muslo por debajo de la fascia lata. El nervio desciende y se divide en dos ramas: una rama anterior que inerva la piel de la cara anterior del muslo hasta la rodilla, y una división posterior que inerva la mitad superior de la cara lateral del muslo.

    La lesión del nervio puede ocurrir en el abdomen o en la región inguinal. La compresión a nivel del ligamento inguinal, cerca de la espina ilíaca antero-superior, da lugar a dolor urente agudo o subagudo, pinchazos y adormecimiento de la cara lateral o antero-lateral del muslo (Jefferson et al; 1979). La clínica se conoce como meralgia parestésica y en la mayoría de los casos no se puede demostrar una causa. No obstante este síndrome sensorial ocurre especialmente por compresión directa del nervio debido a uso de prendas de constricción (por ejemplo fajas o corsé) o por distensión del mismo (por ejemplo en obesidad, embarazo o pérdida de peso importante). (Irvin et al; 2005), (Weizer et al; 1996), (Beresford et al; 1971), (Jablecki et al; 1999). También puede dañarse después de montar en bicicleta largas distancias, secundario a la obtención de cresta ilíaca para injertos, tras una histerectomía por vía suprapúbica, así como complicación de una cirugía renal o cirugía del músculo psoas (Amoiridis et al; 1993) (Banwart et al; 1995).Los síntomas empeoran con el ortostatismo prolongado o la deambulación.

    El diagnóstico es clínico y lo más importante es demostrar que el déficit no se extiende a todo el dermatoma dependiente de L3. Los resultados de los estudios electrofisiológicos del nervio femoral y del músculo cuádriceps son normales, lo que ayuda a excluir la radiculopatía lumbar (Nahabedian et al; 1995) (Williams et al; 1991). Como es habitual, la clínica es el elemento fundamental, planteando una hipótesis topográfica lesional y etiológica que será comprobada con el uso de las pruebas complementarias adecuadas, habitualmente electrofisiológicas.

     

    BIBLIOGRAFÍA:

    -Amoiridis G, Wohrie J, Grunwald I (1993). Malignant tumour of the psoas: another cause of meralgia paresthetica. Electromyogr Clin Neurophysiol. 33: 109 -112.

    -Banwart JC, Asher MA, Hassanein RS (1995). Iliac crest bone graft harvest donor site morbidity: a statistical evaluation. 20: 1055-1060.

    -Beresford HR (1971). Meralgia paresthetica after seat-belt trauma. J Trauma.11: 629-630.

    -Irvin W, Andersen W, Taylor P, Rice L (2004). Minimizing the risk of neurologic injury in gynecologic surgery. Obstet Gynecol .103: 374-382.

    -Jablecki CK (1999). Postoperative lateral femoral cutaneous neuropathy. Muscle Nerve. 22: 1129-1131.

    -Jefferson D, Eames RA (1979). Subclinical entrapment of the lateral femoral cutaneous nerve: an autopsy study. Muscle Nerve. 2: 145-154.

    -Kho KH, Blijham PJ, Zwarts MJ (2005). Meralgia paresthetica after strenuous exercise. Muscle Nerve.31:761-763.

    -Martínez F, Valverde A (2006). Anatomía de los plexos lumbar y sacro En: Aliaga L, Anestesia Regional Hoy, (pp 84-263) 3ª ed. Barcelona. Permanyer.

    -Nahabedian MY, Dellon A (1995). Meralgia paresthetica: etiology, diagnosis, and outcome of surgical decompression. Ann Plast Surg. 35: 590-594.

    -Wieizer MJ, Franssen H, Rinkel GJ, Wokke JH (1996). Meralgia paresthetica: differential diagnosis and follow-up. Muscle Nerve. 19: 522-524.

    -Williams PH, Trzil KP (1991). Management of meralgia paresthetica. Neurosurgery .74:76 -80.