Marcha senil
El trastorno senil de la marcha es probablemente multifactorial y presenta las siguientes características:
* Pasos largos y rápidos con aumento de oscilación de los brazos
* Postura rígida y en flexión, pasos cortos y lentos, giros en bloque y menos oscilación en los brazos
* Postura rígida y en extensión
* Postura rígida y en flexión
Critchley en 1931 ya señalaba la apariencia extrapiramidal con postura en flexión de los ancianos (Critchley 1931). Se objetivan trastornos de la marcha en el 19% de los hombres y en el 32% de las mujeres mayores de 60 años (Scherle Matamoros 2000). El término marcha senil lo acuñó Koller, y lo relacionó con los hallazgos de ventriculomegalia en la TAC craneal (Koller 1983). Adams y Víctor consideran que la base de la marcha senil es probablemente una degeneración combinada de los lóbulos frontales y ganglios basales (Adams y Victor 1982).
A esto se asociaría la alta frecuencia de arreflexia aquílea y ausencia de respuesta flexora plantar, excluyendo como causa primaria de las mismas a la edad, el estado nutricional, alcoholismo, hiperglucemia y presencia de enfermedad vascular periférica. (Scherle Matamoros 2000). Además de los trastornos del arco reflejo, fundamentalmente provocados por pérdida de fibras propioceptivas, la disminución de la elasticidad del tendón y de las estructuras articulares deben influir en la disminución de los reflejos.
Los trastornos de la sensibilidad vibratoria también son frecuentes, entre el 25 y 50% de los ancianos. Asimismo, la involución senil afecta a la agudeza visual, disminuye la sensibilidad al contraste y la discriminación de colores. Estos factores también influirán en una correcta marcha.
BIBLIOGRAFÍA
- Adams RD, Víctor M. Principios de Neurología. Editorial Científico-Técnica. T.1,1982;405-39
- Critchley M. The neurology of old age. Lancet 1: 1931;1119-26, 1221-30.
- Koller WC, Wilson RS. Senile gait: correlation with computer tomographic scans. Ann Neurol 1983;13:343-4.
- Scherle Matamoros CE, Pérez Nellar J. Examen neurológico en ancianos. Rev Cubana Med 2000;39(2):88-95.
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