Blog

Fecha publicación: 26-02-2012
Autor: Anabel Puente Muñoz

Hoy en día nos encontramos rodeados por la tecnología, vivimos inmersos en ella hasta tal punto que no se podría concebir el mundo tal y como es hoy sin la misma. Imaginarnos sin conexión a Internet, o el simple hecho de olvidar el móvil, nos hace temblar pensando en la sensación de desconexión del mundo que eso supone. Pero ¿cuál es el precio a pagar?. Se ha hablado mucho sobre la influencia que todas estas tecnologías podrían tener sobre nuestra salud.

Prácticamente todos, llevamos un teléfono móvil que emite campos de radiación electromagnética en forma de pulsos a distintas frecuencias. Se han realizado numerosos estudios tratando de valorar la influencia que esta radiación electromagnética tiene sobre el organismo. El análisis espectral de las frecuencias EEG y más concretamente durante el sueño, es uno de los métodos más frecuentemente utilizado. Se trata de valorar como la exposición a los sistemas de comunicación por móvil (GSM) influyen en la excitabilidad cortical y por ende, sobre la arquitectura del sueño y sobre los procesos de consolidación de la memoria, que como es bien sabido se realizan durante el sueño.

En este sentido, en el último número de Journal of Sleep Research, M.R. Schmid y cols. publican un interesante estudio mediante polisomnografía, en el que 30 individuos sanos, sin ningún tipo de problemas de sueño y con una adecuada higiene del mismo,  son sometidos al efecto de campos electromagnéticos a una frecuencia de pulso de 14 Hz y 217 Hz. Este procedimiento se realizó durante 3 noches y se comparó con otras tres noches sin dicha exposición. Además, se valoró la capacidad cognitiva mediante test que incidían sobre la capacidad de atención, velocidad de reacción y memoria. Los resultados del estudio mostraron que este tipo de radiación electromagnética afecta a la excitabilidad cortical, incrementado la presencia de spindles. Cuando un individuo se encuentra en fase II del sueño NREM, aparecen una serie de elementos característicos, entre ellos los spindles. Se trata una expresión electroencefálográfica en forma de salvas sinusoidales, a una frecuencia de 12 a 14 HZ, lo cual no es más que un reflejo de grupos neuronales descargando de forma síncrona.  Además, este efecto fue mucho más llamativo con la frecuencia de 14 Hz, similar a la propia del spindle y fue mucho menos consistente con la frecuencia de 217 Hz.

1119
Spindles en un estudio PSG nocturno

Estos hallazgos sugieren que los campos electromagnéticos emitidos por los sistemas de comunicación por móvil (GSM) influyen en la excitabilidad cortical aunque dentro de la fisiología normal, ya que la mayor influencia se produjo con la emisión a 14 Hz, frecuencia similar a la de los spinles. Por lo tanto, aumentan la frecuencia de grafoelementos similares a los encontrados en el sueño normal. Salvo este efecto sobre el sueño NREM, no se han encontrado otros hallazgos como cambios en el  sueño REM. Tampoco se han encontraron alteraciones en la arquitectura, es decir en el desarrollo de las fases y ciclos de sueño o eficiencia del sueño. La exposición a los sistemas de comunicación por móvil (GSM) parece no influir ni en la cantidad ni en la calidad del sueño del individio. Pero además, tampoco afectó a la capacidad cognitiva de los sujetos evaluados. Hay que decir que estos hallazgos no contradicen los encontrados por otros autores en estudios previos.

En conclusión, es innegable que los campos elecromagnéticos emitidos por los sistemas de comunicación por movil (GSM),  influyen sobre nuestro organismo como parece quedar demostrado mediante los efectos sobre la excitabilidad cortical. Sin embargo, actualmente no existen evidencias que nos hagan pensar en un efecto nocivo, al menos, a corto plazo. Por lo tanto, el aspecto clave a considerar es el efecto a largo plazo, ya que actualmente no disponemos de datos suficientes que permitan conocer dichos efectos.