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Fecha publicación: 11-03-2012
Autor: Anabel Puente Muñoz

¿Por qué recordamos cosas que han sucedido hace muchos años y otras que tienen lugar hace 10 minutos las olvidamos casi al mismo momento que suceden?. ¿Por qué los recuerdos que nos despiertan sentimientos como alegría, ira o compasión son recordados de un modo más intenso?. ¿Y por qué tras un periodo de sueño somos capaces de ver las cosas con más claridad y recordamos lo aprendido con más facilidad?. Es innegable que las emociones y el sueño influyen en nuestra memoria.

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Poco sabemos sobre los mecanismos últimos que permiten que aquellos conceptos o experiencias nuevas que vivimos se fijen en nuestra memoria. Para ser sinceros, los autores no terminan de ponerse de acuerdo y son muchas las teorías propuestas sobre las estructuras implicadas. Sin embargo, sobre lo que sí parece existir consenso es en que el sueño facilita la consolidación de de los conceptos adquiridos. Al parecer, un periodo de sueño después del aprendizaje, facilita la plasticidad neuronal necesaria para consolidar y afianzar los nuevos conceptos, que hasta ese momento se encuentran en nuestra memoria de un modo inestable. El almacenamiento de los recuerdos a largo plazo se conseguiría, mediante el procesamiento de la información en los circuitos neuronales existentes entre el hipocampo y el neocortex.

Pero además, dependiendo del tipo de memoria se implican diferentes áreas cerebrales y en consecuencia, se ve influida por una u otra fase de sueño, como explicó G. Rauchs y colaboradores en una interesante revisión publicada en Journal Sleep Research

La memoria declarativa o explícita es entendida como aquella memoria a largo plazo de información conceptual y de hechos. Es decir, la información expresada entre individuos, en relación al conocimiento del medio y las experiencias propias. Se trata de la memoria del QUÉ, influida por las emociones y localizada probablemente en hipocampo y lóbulo temporal medial diencéfálico. La consolidación de este tipo de memoria parece que se beneficia de un adecuado porcentaje de sueño lento. Llamamos sueño lento al conjunto de fases III y IV, actualmente consideradas por muchos autores como una única fase. Suele preceder al sueño REM y está representada en el electroencefalograma, por un trazado de ondas lentas de gran voltaje. Es una fase de sueño profundo, en la que es difícil despertar al individuo.

Por otro lado, la memoria no declarativa o implícita es aquella que  almacena reglas, acciones y procesos que nos permiten realizar tareas. Se trata de la memoria del CÓMO, también llamada procedimental y se localiza muy probablemente en hipocampo y cortex prefrontal. Este tipo de memoria, parece estar más influida por un adecuado sueño REM. Durante esta fase la corteza cerebral se encuentra muy activa, mostrando una actividad electroencefalográfica que recuerda a la vigilia. No se trata, por tanto, de un estado de reposo sino de gran actividad, por lo que es probable, que no sólo se procesen las habilidades visuomotoras, sino que también se adquieran de forma implícita las reglas que definen la secuencia de estímulos.

Pero vamos más allá, no solo es necesaria una adecuada proporción de ambas fases para la correcta consolidación de la memoria, lo que se ha denominado teoría del proceso dual, descrita entre otros por Smith C. en 1995; si no que también es imprescindible que se produzca una sucesión de sueño NREM-REM de forma ordenada. Esta es la teoría secuencial de M. Ambrosini y A. Giuditta que lejos de contradecir la del proceso dual, realmente la complementa.

En conclusión, conociendo como se consolida la memoria en individuos sanos, podremos llegar a comprender, aunque sea en parte, que ocurre con la memoria en los pacientes con trastornos del sueño como el insomnio primario, como propone Nissen y colaboradores en un trabajo recientemente publicado en Journal Sleep Research. Pero también en pacientes con alteraciones del sueño asociados a trastornos médicos o psiquiátricos, como la depresión o esquizofrenia; e incluso el efecto que sobre la consolidación de los recuerdos puede tener los distintos tratamientos empleados.