• Conceptos generales en los trastornos de conducta

    CONCEPTOS GENERALES


    Los síntomas psicológicos y conductuales son muy frecuentes en las demencias, apareciendo, como mínimo alguno de ellos en más del 90% de los pacientes con Enfermedad de Alzheimer (EA), y constituyendo un problema severo en al menos un tercio los enfermos (Liperoti, 2008). Agitación, apatía, agresividad, deambulación, conductas oposicionistas y síntomas psicóticos están presentes en alrededor del 10-15% de los pacientes, con un considerable impacto en su funcionalidad. De hecho, estos síntomas implican a su vez graves problemas en los cuidadores primarios como estrés o depresión. También supone una mayor probabilidad de institucionalización, disminución de la calidad de vida y un aumento de costes tanto directos como indirectos. Generalmente, cuando aparecen estos síntomas, los cuidadores priorizan la seguridad del paciente por encima de su autonomía, con la merma en cognición que eso supone.


    Habitualmente, estos síntomas no son patentes en los estadios iniciales de la enfermedad, a diferencia de los síntomas cognitivos, aunque en otras patologías tales como la Demencia por cuerpos de Lewy o Demencia Frontotemporal, sí suelen manifestarse como primeros signos de alarma. Es más, el curso de los síntomas psicológicos y conductuales difiere dependiendo de los diferentes tipos de demencia.


    La etiología de dichos síntomas está por ser definida con claridad, y esto constituye una limitación para un eficaz abordaje farmacológico. Se acepta que las causas incluyen diferentes factores: neurobiológicos, físicos y ambientales.


    La presencia de alteraciones de conducta (Amer-Ferrer, 2005) suele evaluarse mediante el Neuropsychiatric Inventory (NPI). Su validez se ha comprobado para poblaciones distintas de la americana, entre ellas la española (Boada, 2005). Se realiza a un cuidador que conozca bien al enfermo.


    Los síntomas conductuales, además de ser muy comunes en los pacientes con demencia, son predoctores del deterioro cognitivo y funcional, así como de institucionalización, pero no de mortalidad (Scharmeas, 2007). Casi todos los pacientes (95%) desarrollan uno o más síntomas neuropsiquiátricos en un periodo de dos años. Los trastornos anímicos son los más comunes. Sin embargo, así como estos trastornos van disminuyendo progresivamente, la severidad de la apatía y las conductas motoras aberrantes se incrementan con el tiempo y además resultan ser más persistentes en periodos largos y consecutivos.



    Bibliografía:


    Boada M, Tárraga L, Modinos G, Diego S, Reisberg B. (2006) Behavioral pathology in Alzheimer's Disease Rating Scale (BEHAVE-AD): Spanish validation. Neurologia. 21(1):19-25.


    Scarmeas N, Brandt J, Blacker D, Albert M, Hadjigeorgiou G, et al. (2007)Disruptive behaviour as a predictor in Alzheimer disease. Arch Neurol.; 64(12):1755-61.


    Amer-Ferrer G, de la Peña A, García Soriano MT, García Martín A. (2005) Main components of Neuropsychiatric Inventory in Alzheimer's disease. Definition of behavioural syndromes Neurología. 20(1):9-16.


    López-Pousa S, Vilalta-Franch J, Garre-Olmo J, Pons S, Cucurella MG. (2007) Characterisation and prevalence of the psychological and behavioural symptoms in patients with dementia Rev Neurol. 1-15; 45(11):683-8.