• Anosmia asociada a alteraciones en el epitelio olfatorio

    La anosmia neuroepitelial olfatoria es debida a la destrucción de los receptores olfatorios o sus filamentos axónicos. El epitelio olfatorio puede afectarse por diversas causas, una de ellas son las infecciones: la infección por el virus influenza, el virus herpes simple y el virus de la hepatitis pueden ocasionar la destrucción de los receptores olfatorios de forma reversible o irreversible (si se afectan las células basales), siendo una de las causas más frecuentes de anosmia (Amoore JE; 1991). Además, estas células pueden dañarse por efecto tóxico de la radioterapia local o ser el origen de tumores como el estesioneuroblastoma (tumor primario del epitelio olfatorio extremadamente infrecuente). En otros casos estas células no existen o son hipoplásicas desde el nacimiento como en el síndrome de Kallman, el síndrome de Turner o el albinismo. Además, los traumatismos craneoencefálicos pueden desgarrar los filamentos nerviosos de los receptores olfatorios a su paso por la lámina cribosa y provocar hiposmia o anosmia de muy difícil recuperación, del mismo modo lo pueden causar las operaciones neuroquirúrgicas en esta región, la hemorragia subaracnoidea y la inflamación meníngea crónica. Es importante destacar que algunos agentes tóxicos pueden lesionar el epitelio olfatorio especialmente los solventes orgánicos, gases irritantes, antibióticos de la familia de los aminoglucósidos y tetraciclinas, los corticoides, el metotrexato, los opiáceos y la levodopa (Amoore JE; 1991). Otros procesos locales como enfermedades granulomatosas (Enfermedad de Wegener, vasculitis de Churg-Strauss, poliposis) y las lesiones compresivas e infiltrativas (los meningiomas del bulbo olfatorio, los craneofarengiomas, los aneurismas cerebrales y el meningoencefalocele) y patologías metabólicas como la diabetes mellitus pueden provocar un daño similar (Finelli PF et al; 2008; Pampliega A et al; 2006). El envejecimiento produce también pérdida de neuronas del epitelio olfativo, es lo que podríamos llamar presbiosmia.
     
    La anosmia de origen epitelial puede ser transitoria o permanente. El primer caso sucede fundamentalmente en los cuadros inflamatorios. Los casos permanentes son más frecuente en edades avanzadas y en mujeres.
     
    Bibliografía:
    Amoore JE (1991). Specific anosmias. En: Getchell TV, Bartoshuk LM, Doty RL, Snow JB (Eds), Smell and Taste un Health an Disease, (pp 655-664). New York: Raven Press.
    Finelli PF, Mair RG (2008). Disturbances of smell and taste. En: Bradley WG, Daroff RB, Fenichel Gm, Jankovich J (Eds). Neurology in clinical practice, (pp 263-270). Philadelphia: Elsevier.
    Pampliega A, Serna C, Alfaro A, Leiva C (2006). Los nervios craneales y el tronco encéfalo. Lesión de los nervios craneales. Trastornos oculomotores y visuales. Síndromes del troncoencéfalo. En: Frank A, Matías-Guiu J, Martínez E (Eds), Manual del médico residente de neurología, (pp 193-208). Madrid: Sociedad Española de Neurología.