• Hiperosmia

    El término hiperosmia proviene del griego hyper (por encima, más allá) y osme (olfato) y lo entenderíamos como una exaltación de la olfación. La hiperosmia es un trastorno cuantitativo poco frecuente en el que existe un aumento de la sensibilidad olfatoria, es decir, el umbral olfatorio es inferior a lo normal (Ropper AH et al; 2007). Las personas afectadas poseen una hipersensibilidad olfativa muy evidente, siendo capaces de percibir olores con una intensidad mayor que cualquier otra persona con un sentido del olfato normal o captar pequeños matices que a la población general suelen pasar inadvertidos (Ropper AH et al; 2007). Este cuadro suele aparecer de forma fisiológica durante la menopausia, el embarazo (especialmente en el primer trimestre de gestación coincidiendo con la hiperémesis gravídica y el aumento en el nivel de estrógenos, momento en el cual la mujer está particularmente sensible a los aromas fuertes, aunque puede persistir a lo largo del mismo y en el puerperio) y antes de cada comida (como mecanismo adaptativo a lo largo de la evolución).
     
    Se desconoce su verdadera prevalencia e incluso algunos autores dudan de su existencia, no obstante se ha descrito una hipersensibilidad anormal a la percepción de los olores en diferentes patologías como las crisis de migraña, las meningitis asépticas, el hipertiroidismo en el contexto de la enfermedad de Graves Basedow, la fibrosis quística y la enfermedad de Addison (Finelli PF et al; 2008).
     
    En ocasiones, esta disfunción olfatoria puede conllevar al aislamiento social a causa del impacto olfativo que suponen determinados olores percibidos de un modo tan intenso que pueden provocar angustia o ansiedad. Sin embargo en otros casos puede ser de especial utilidad como en ciertas profesiones relacionadas con la industria alimentaria (sumilleres o catadores) o del perfume. No existe un tratamiento específico para la hiperosmia, más allá del de la patología de base que lo provoca (Finelli PF et al; 2008).
     
    Bibliografía:
    Finelli PF, Mair RG (2008). Disturbances of smell and taste. En: Bradley WG, Daroff RB, Fenichel Gm, Jankovich J (Eds). Neurology in clinical practice, (pp 263-270). Philadelphia: Elsevier.
    Ropper AH, Brown RH (2007). Trastornos del olfato y el gusto. En: Ropper AH, Brown RH (Eds). Principios de Neurología, (pp 195-202). Méjico: McGraw-Hill Interamericana.