• Fibrilaciones

       La fibrilación y las ondas positivas son descargas espontáneas anormales que se producen en cualquier situación en la que una fibra muscular está denervada.


       Ambas manifestaciones son indicativas de un proceso de degeneración axonal lento y progresivo en las astas anteriores de la médula (enfermedades de neurona motora inferior, radiculopatías, plexopatías y neuropatías: esclerosis lateral amiotrófica, atrofia muscular progresiva, siringomielia, etc.). Del mismo modo, ambién pueden verse en patologías primarias del músculo, como en las miopatías, especialmente en las inflamatorias y distróficas.


       Las fibrilaciones consisten en potenciales de una sola fibra muscular que bate de forma repetida a una frecuencia regular decreciente, por lo que las características morfológicas y de su sonido cuando son recogidas con el instrumento de EMG permiten su reconocimiento indudable. Su duración, registrada con aguja coaxial, se halla entre 1 y 5 mseg. Su deflexión inicial es positiva.


       Las ondas positivas, por su parte, tienen el mismo significado fisiopatológico, su ritmo es similar, el sonido es característico y consisten en una deflexión positiva brusca con una muy lenta recuperación a la línea isoeléctrica. Corresponden a la fibrilación de una fibra muscular degenerada en uno de sus extremos.


       En las lesiones neurogénicas la aparición de fibrilaciones y ondas positivas depende del tiempo transcurrido desde la lesión y de la longitud del nervio. Por ejemplo, suelen aparecer en músculos distales de 1 a 3 semanas después de la lesión del plexo braquial o de las raíces motoras. Su permanencia indica la persistencia del proceso de degeneración axonal, puesto que tienden a desaparecer a medida que se produce la reinervación o, en caso contrario, con la fibrosis muscular por degeneración completa.