• Endocarditis Infecciosa

    Las complicaciones neurológicas asociadas a la endocarditis infecciosa aparecen en torno a un 20% de los pacientes( Heiro et al;2000) y suponen un peor pronóstico, sobre todo el ictus. Las principales complicaciones son el infarto y la hemorragia cerebral, el ataque isquémico transitorio, las embolias silentes, la crisis comicial, la encefalopatía tóxico-metabólica, los aneurismas micóticos, el absceso cerebral y la meningitis.

    Existe una mayor tasa de eventos neurológicos cuanto más virulento es el microorganismo responsable. Mención especial recibe el streptococcus pneumoniae, responsable del síndrome de Austrian, que es la tríada de meningitis, endocarditis y neumonía (Subirà C et al 2010).

    El tratamiento antibiótico apropiado rápido puede reducir el riesgo de embolismo. Tras un infarto cerebral, la cirugía cardíaca no está contraindicada si se realiza en las primeras 72 horas, salvo en los casos con pronóstico neurológico ominoso. Si no se indica de forma precoz, es mejor posponerla durante 3 ó 4 semanas (The Task Force on the Prevention, Diagnosis, and Treatment of Infective Endocarditis of the European Society of Cardiology; 2009)

    El diagnóstico y tratamiento de los aneurismas micóticos debe realizarse de forma individualizada, pues no existen ensayos randomizados al respecto. Son de forma típica múltiples, distales y fusiformes con alto riesgo de ruptura y sangrado. Si existe alta sospecha y las imágenes por resonancia magnética con contraste no consiguen objetivarlos, es necesario solicitar una arteriografía. Se recomienda imágenes seriadas ya que pueden desaparecer tras el tratamiento antibiótico. Sin embargo, si son de gran tamaño, crecen ó se rompen se debe plantear tratamiento endovascular ó quirúrgico.

    No existe evidencia en la actualidad para recomendar iniciar tratamiento antiagregante ó anticoagulante en el caso de la endocarditis infecciosa si el paciente no tomaba previamente estos tratamientos. Si el paciente tomaba previamente antiagregantes, se suspenderán en los casos de sangrado mayor. La anticoagulación debe ser interrumpida en los casos de hemorragia intracraneal; si el paciente en tratamiento con anticoagulantes orales presenta un infarto cerebral, se recomienda sustituirlos durante 2 semanas por heparina no fraccionada.

    BIBLIOGRAFÍA
    Heiro M, Nikoskelainen J, Engblom E, Kotilainen E, Marttila R, Kotilainen P(2000). Neurologic manifestations of infective endocarditis. A 17-year experience in a teaching hospital in Finland. Arch Intern Med; 160: 2781 – 2787
    Subirà C, Pérez H, Anglada M, López J( 2010). Austrian syndrome. Med Intensiva 34 (2): 155 – 156
    The Task Force on the Prevention, Diagnosis, and Treatment of Infective Endocarditis of the European Society of Cardiology (2009). Guidelines on prevention, diagnosis and treatment of infective endocarditis. Eur Heart J ; 30 (19): 2369 – 2413