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Fecha publicación: 18-10-2011
Autor: David A. Pérez Martínez

La esclerosis lateral amiotrófica (ELA) es una enfermedad terrible neurodegenerativa caracterizada por una muerte progresiva de las motoneuronas del asta anterior de la médula espinal y de la corteza frontal. Uno de los signos neurológicos más importantes para el neurólogo clínico es la detección de fasciculaciones en diversos grupos musculares, representando la denervación aguda secundaria a la muerte neuronal. Aunque la presencia de fasciculaciones no es sinónimo de ELA, es cierto que la presencia de fasciculaciones difusas en diversos territorios musculares junto con otros signos neurológicos es muy sugerente de ello. Por lo tanto, se puede entender que la detección de fasciculaciones es una parte fundamental a la hora de evaluar la posibilidad de esta enfermedad.

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En la línea de la detección de fasciculaciones, un grupo de Japón ha publicado recientemente en Neurology una innovación en el campo de la aplicación de  la ecografía muscular. Los investigadores emplearon la ecografía en 81 pacientes consecutivos con diagnóstico de ELA esporádico con el fin de detectar fasciculaciones frente a las detectadas mediante electromiografía (EMG). Los resultados son espectaculares en la lengua, detectando un 60 % vs 0 %; aunque habría que añadir que la detección de fasciculaciones linguales, en mi experiencia, es más clínica mediante inspección que mediante EMG… En el resto de territorios la rentabilidad de la prueba fue superior al EMG, por ejemplo músculo biceps braquialis (88% vs 60%), y músculo tibial anterior (83% vs 45%). En definitiva, la ecografía muscular es una prueba relativamente sencilla e incruenta que podría ayudarnos en la consulta a la hora de valorar la posibilidad de  fasciculaciones.