• Exploración de la función deglutoria y la disfagia.

    La exploración física debe comenzar con la inspección de la cavidad oral, cabeza, cuello y zonas supraclaviculares, lo que permitirá descartar adenopatías, masas, debilidad de la musculatura facial, bocio, rigidez cervical o alteración en la dentición. Debe valorarse, además, el estado nutricional del paciente.

    La exploración neurológica debe incluir el estado mental del paciente (para descartar deterioro cognitivo que pueda afectar a la deglución), la evaluación de la fuerza y sensibilidad (que pueden hacer sospechar un ictus o identificar una enfermedad crónica no diagnosticada), los reflejos osteotendinosos y pruebas de función cerebelosa (Spieker MR, 2000). Se deben explorar todos los pares craneales, con especial atención a aquellos involucrados en la deglución (ramas sensitivas de pares craneales V, IX y X, y ramas motoras de pares craneales V, VII, X, XI y XII).

    Par V: Al cerrar la boca apretando los dientes, deben palparse los músculos maseteros y temporales contraídos. O al abrir la boca contra la mano del explorador, debe notarse la resistencia que ejercen los músculos.

    Par VII superior: Al elevar las cejas y mirar hacia arriba, la inexistencia de arrugas en un lado de la frente indicaría la existencia de parálisis de esta rama. También puede observarse la parálisis de Bell (el ojo queda entreabierto, sin poder cerrarse).

    Par VII inferior: Al enseñar los dientes, si existe parálisis hemifacial se observa asimetría de la cara, con inmovilidad del lado afecto.

    Par IX y X: Al pronunciar la letra “a” de forma sostenida, si existe parálisis unilateral de alguno de los dos, la úvula se desvía hacia el lado sano. Si, además, se desplaza también la pared faríngea, existe afectación del IX, mientras que si, además de desviarse la úvula se objetiva disfonía, la parálisis es del X.

    Par XI: Cuando existe afectación de este par, el paciente no puede elevar los hombros ni girar la cabeza a un lado y a otro contra la mano del explorador.

    Par XII: Al sacar la lengua se desvía hacia el lado afecto en las parálisis unilaterales.


    EXPLORACIÓN DE REFLEJOS

    Reflejo palatino: se desencadenará al tocar en la línea media justo después de su unión al paladar duro.

    Reflejo nauseoso: se provoca al tocar la base de la lengua o la pared posterior de la faringe. Clásicamente se ha utilizado como indicador de riesgo de aspiración, pero existen muchos estudios que demuestran que su ausencia no es un predictor clínico útil de aspiración y, al revés, su presencia no protege contra la aspiración (Addington WR, 1999).

    Reflejo tusígeno: se produce con la entrada de material extraño en la vía aérea.

    La exploración neurológica general puede ayudar en el proceso diagnóstico al revelar otros hallazgos, como debilidad de la musculatura proximal (dermatomiositis o poliomiositis), ptosis palpebral (enfermedad muscular) o rigidez en rueda dentada (enfermedad de Parkinson). El hallazgo de signos de parálisis bulbar o pseudobulbar (disartria, disfonía, ptosis, atrofia de la lengua y reflejo mentoniano exaltado) orientan hacia una enfermedad neuromuscular.

    Maniobra de palpación externa para valorar la deglución: el explorador coloca su mano con los dedos extendidos debajo del mentón del paciente: el dedo índice debajo de la mandíbula, el medio en el hueso hioides, y el anular y meñique en la parte superior e inferior, respectivamente, del cartílago tiroides (ejercer una discreta fuerza para valorar el movimiento de la mandíbula, hioides y de la laringe durante la deglución). Es especialmente útil en la valoración de disfagia neurógena con retraso del inicio del reflejo deglutorio (por ejemplo, secundaria a ictus y en las fases avanzadas de la enfermedad de Parkinson).

    Tests basados en la administración de pequeñas cantidades de alimentos de diferentes texturas y líquidos para orientar de la localización de la disfagia (con mayor afectación de las fases oral, faríngea o esofágica) y el tipo de textura más segura en cada paciente.

    En el caso de la disfagia esofágica, la exploración física suele ser anodina. La presencia de alteraciones en la piel puede orientar al diagnóstico de esclerodermia u otras colagenosis.

    BIBLIOGRAFÍA
    • Spieker MR. (2000). Evaluating Dysphagia. Am Fam Phys. 61:3639-48
    • Addington WR, Stephens RE, Gillilan K, Rodríguez M. (1999). Assessing the laryngeal cough reflex and the risk of developing pneumonia after stroke. Arch Phys Med Rehabil. 80: 150-4.