• Clasificación de las alteraciones olfatorias

    Aunque no existe una clasificación universal para los trastornos de la función olfatoria, a nivel perceptivo distinguimos (Finelli PF et al. 2008): las anomalías cuantitativas como la hiposmia, la anosmia y la hiperosmia (consistentes en la disminución, la desaparición o el incremento, respectivamente de la detección olores); las anomalías cualitativas como la parosmia o la disosmia (que se producen por la deformación o ilusión de la percepción olfatoria), la cacosmia (consistente en la percepción desagradable de un olor aparentemente normal) y la osmofobia (referida a la percepción desagradable de un estímulo olfativo que puede ser placentero en situaciones habituales); las alucinaciones y los delirios (que suelen tener un origen comicial o psiquiátrico, siendo en general, poco frecuentes) y la agnosia olfatoria (propia de aquellos casos en los que se altera la capacidad discriminativa).

     
    En general las alteraciones de la percepción olfatoria afectan a todos los olores, aunque pueden existir situaciones referidas a un solo olor.

     
    Los trastornos cuantitativos pueden clasificarse a su vez, según la localización de la lesión en (Chacon J et al. 2009): trastornos de la transmisión (habitualmente relacionados con patología de la vía aérea que impide la llegada de las moléculas volátiles del ambiente a los receptores quimiolfatorios de la mucosa nasal), trastornos perceptivos (por afectación bien del epitelio olfatorio, de la vía nerviosa de conducción o por lesiones a nivel central), trastornos mixtos (combinación de los dos anteriores) e idiopáticos (de origen no filiado tras estudio exhaustivo).

     
    En general aunque existen alteraciones del olfato de origen congénito, en la mayoría de los casos son debidas a patología adquirida. Además, la disfunción olfatoria puede ser transitoria y por tanto, potencialmente reversible como en los casos de las rinitis y otros procesos inflamatorios de la mucosa nasal o permanente como los secundarios a patología tumoral, traumatismos craneoencefálicos con cizallamiento de filetes nerviosos o lesiones en el sistema nervioso central (Ropper AH et al. 2007).

     

    Bibliografía:
    Chacon J, Morales JM, Jiménez JA (2009). Patología de la olfacción. Olfatometría. Manejo de los problemas olfativos. En: Scolla B, Ortega P (Eds), Libro virtual de formación en ORL, (pp 1-14). Madrid: Sociedad Española de Otorrinolaringología y Patología Cervico-Facial.
    Finelli PF, Mair RG (2008). Disturbances of smell and taste. En: Bradley WG, Daroff RB, Fenichel Gm, Jankovich J (Eds). Neurology in clinical practice, (pp 263-270). Philadelphia: Elsevier.
    Ropper AH, Brown RH (2007). Trastornos del olfato y el gusto. En: Ropper AH, Brown RH (Eds). Principios de Neurología, (pp 195-202). Méjico: McGraw-Hill Interamericana.