• Clasificación de los trastornos de sordera e hipoacusia

               La hipoacusia pude ser consecuencia de una lesión en cualquier parte del sistema auditivo. Una alteración en el oído externo o medio provoca una perdida conductiva de la audición por una transmisión ineficaz del sonido al oído interno. Si la alteración se debe a una patología de la cóclea o a lo largo del trayecto del octavo par dentro del oído interno hasta el tronco, la pérdida será sensorial. Otros casos cursan con pérdida tanto sensorial como de conducción, siendo entonces la hipoacusia mixta. La pérdida central de la audición se produce en las lesiones de la vía auditiva central más allá del octavo par craneal, como el núcleo coclear en la protuberancia o corteza auditiva primaria o de asociación del lóbulo temporal. También se puede considerar la hipoacusia funcional en los pacientes en los que está disminuida la audición pero habiendo discrepancias con las pruebas de medición objetivas.
    A. HIPOACUSIA DE CONDUCCIÓN
    Se produce en patologías del oído externo y medio. Los umbrales de conducción ósea son normales, pero los resultados de conducción aérea sugieren una disminución en la sensibilidad auditiva. Estos pacientes tienden a tener la misma pérdida de sensibilidad para los sonidos en todas las frecuencias. En algunos casos es mejor para los sonidos de altas frecuencias que para las bajas. Otro síntoma es que la discriminación del habla está poco afectada. Con frecuencia presentan tinnitus, que pueden darse en el otro oído, en los dos oídos o no estar en la cabeza.
    B. HIPOACUSIA NEUROSENSORIAL
    Se produce en patologías del oído interno o del trayecto del nervio entre el oído interno y el tronco. Cuando la hipoacusia sólo se debe a un trastorno de la cóclea, se llama hipoacusia coclear. Llamaremos retrococlear a la alteración entre la cóclea y el tronco. Neurosensorial incluye tanto los trastornos cocleares como los retrococleares.
    Hablamos de afectación neurosensorial pura cuando el mecanismo de conducción del sonido es normal pero hay un trastorno en la cóclea o el nervio auditivo. Puede ser congénita (desarrollo incompleto, degeneración precoz del nervio auditivo, infección intrauterina, traumatismo durante el parto…) o adquirida (noxas, tumores acústicos, lesión craneal, infección, fármacos, vascular, autoinmune…).
    Estos pacientes suelen hablar muy alto, y muchos notan una sordera sólo con frecuencias elevadas. No tienen dificultad para comprender palabras a intensidad normal y sí en ambientes ruidosos. También suelen tener tinnitus que pueden localizarse en uno o ambos oídos. Generalmente, su tono tiende a ser más alto en la hipoacusia neurosensorial que en la de conducción. Generalmente la audiometría de Weber se lateraliza hacia el mejor oído. Audiométricamente, esta sordera se caracteriza por un solapamiento de los umbrales de conducción del aire y del hueso. El timpanograma es normal y los reflejos acústicos están presentes, elevados o ausentes.Estos pacientes pueden mejorar con audífonos. Otras tecnologías incluyen implantes cocleares, para las hipoacusias bilaterales y profundas.
     C. HIPOACUSIA MIXTA
    Este tipo de hipoacusia contiene un componente de conducción y otro neurosensorial en el mismo oído. El paciente se comporta tanto como un trastorno conductivo como neurosensorIal. Sus causas pueden ser cualquier combinación de las situaciones causantes de hipoacusia conductiva y neurosensorial.
    D. HIPOACUSIA CENTRAL
    Estas lesiones son difíciles de detectar y/o localizar. Muchas de estas disfunciones no se pueden demostrar por las mediciones convencionales. Se deben utilizar mediciones como el reflejo acústico, la caída del reflejo acústico y la discriminación del lenguaje a niveles de alta intensidad, para así diferenciar entre la alteración del octavo par, extraaxial e intraaxial del tronco. Otras formas son mediante la respuesta auditiva evocada y la resonancia magnética.