• Clínica de la disosmia o parosmia

    Como se ha comentado con anterioridad esta anomalía olfatoria consiste en la percepción distorsionada de un olor bien en presencia del mismo (parosmia o disosmia) o en su ausencia (fantosmia). La molestia principal de los pacientes con disosmia o parosmia consiste en una percepción típicamente descrita como nauseabunda, fétida y maloliente. Los odorantes más comunes que producen parosmia son: la gasolina, el tabaco y el café. La percepción aberrante suele ser bilateral (afecta a ambos meatos nasales) y se asocia habitualmente a anomalías en la percepción gustativa (sabores desagradables). En aquellos casos en los que coexisten parosmias con trastornos de conducta, el paciente puede desarrollar trastornos de alimentación como anorexia, bulimia o alimentación monótona (Chacón J et al; 2009).
     
    En algunas circunstancias como las patologías rinosinusales de tipo infeccioso o inflamatorio estas alteraciones perceptivas son potencialmente reversibles. Al inicio del proceso inflamatorio existe una destrucción de los quimiorreceptores olfatorios, los cuales acabarán regenerándose a distintos tiempos. Este hecho hace que el patrón de información que llega al cerebro sea incompleto (distorsionado) durante un tiempo pero potencialmente reversible cuando la regeneración del epitelio olfatorio sea completa (Ropper AH et al; 2007).
     
    En general estas anomalías perceptivas cuando se cronifican pueden conllevar a un empobrecimiento de la calidad de vida del paciente y asociar trastornos psiquiátricos como depresión, ansiedad o cambios de humor. Además, suelen tener efectos negativos en la ingesta de alimentos pudiendo llegar a provocar una pérdida patológica de peso, falta de apetito, cambios en la preferencia de alimentos, dificultades para cocinar y carencias vitamínicas y de otros nutrientes. En algunos casos puede provocar una disminución de la interacción social, llegando el paciente a desarrollar conductas aberrantes de tipo obsesivo como la higiene excesiva para eliminar el supuesto olor desagradable y la pérdida de las relaciones sociales por este motivo (Finelli PF et al; 2007).
     
    Bibliografía:
    Chacón J, Morales JM, Jiménez JA (2009). Patología de la olfacción. Olfatometría. Manejo de los problemas olfativos. En: Scolla B, Ortega P (Eds), Libro virtual de formación en ORL, (pp 1-14). Madrid: Sociedad Española de Otorrinolaringología y Patología Cervico-Facial.
    Finelli PF, Mair RG (2008). Disturbances of smell and taste. En: Bradley WG, Daroff RB, Fenichel Gm, Jankovich J (Eds). Neurology in clinical practice, (pp 263-270). Philadelphia: Elsevier.
    Ropper AH, Brown RH (2007). Trastornos del olfato y el gusto. En: Ropper AH, Brown RH (Eds). Principios de Neurología, (pp 195-202). Méjico: McGraw-Hill Interamericana.