• Síndrome de Argyll-Robertson

    RESUMEN: La pupila de Argyll-Robertson aparece típicamente en las formas de sífilis tardía. Suele ser bilateral, pero asimétrica, siendo las pupilas pequeñas e irregulares, sin respuesta al estímulo luminoso, pero sí a la acomodación. La lesión se localiza en la región pretectal del mesencéfalo. Para su diagnostico se precisa de una buena función visual para el diagnóstico.

     


    El síndrome de Argyll-Robertson es el síndrome que aparece típicamente en las formas de sífilis tardía por interrupción de las fibras que van desde el núcleo pretectal hasta los núcleos parasimpáticos o de Edinger Westphal de ambos nervios oculomotores, que se caracteriza por el fenómeno de disociación del reflejo a la luz y a la visión cercana, de tal forma que lo que se observa es una contracción pupilar durante la acomodación, pero no al estímulo luminoso (Ropper et al; 2005).

    No se sabe con exactitud donde se localiza la lesión pero se cree que puede estar a nivel del mesencéfalo, proximal a la localización de los núcleos oculomotores (Ropper et al; 2005). Existen controversias sobre si se trata de una patología como tal o es el resultado de unas pupilas tónicas de muchos años de evolución (Sánchez; 2003). Para distinguirlo de un síndrome de Adie evolucionado se podría realizar el test con pilocarpina, cuya instilación no modificará el tamaño pupilar en el síndrome de Argyll-Robertson (Brieva et al; 2000).

    Son pupilas pequeñas, irregulares y desiguales. Tienen un tamaño fijo, no reaccionan a la luz pero se contraen con la acomodación, debido a que las conexiones entre los núcleos parasimpáticos y el esfínter de la pupila están intactos (Slamovits et al; 1999), (Corbett; 2003). La característica principal es la disociación entre la luz y la acomodación, además de que debe existir una función visual intacta. En la mayoría de los casos suelen haber un defecto pupilar bilateral. Se debe descartar su asociación con la neurosífilis (tardía), para lo cual cuando nos encontramos estas alteraciones pupilares debemos siempre incluir en las pruebas complementarias una determinación de VDRL y RPR, que son las pruebas treponémicas (Slamovits et al; 1999).

    En resumen, las características del Síndrome de Argyll Robertson son (Slamovits et al; 1999), (Aliaga et al; 20039):

    - Función visual normal.
    - Reacción pupilar a la luz disminuída.
    - Respuesta pupilar a la acomodación normal.
    - Miosis.
    - Pupilas irregulares.
    - Puede ser bilateral, pero asimétrico.
    - La dilatación es pobre.
    - Puede haber atrofia del iris (variable).
    - No se dilatan con la instilación de fármacos midriáticos.

    Hay que hacer diagnóstico diferencial con otras enfermedades donde también puede haber disociación del reflejo a la luz de la reacción de la acomodación-convergencia, como en la meningorradiculitis de la enfermedad de Lyme, diabetes mellitus o lesiones del tronco del encéfalo (mesencéfalo), como sucede en los pinealomas o esclerosis múltiple, aunque en todas estas enfermedades no suele haber miosis, pupilas irregulares ni ausencia de respuesta a los midriáticos (Ropper et al; 2005).
     

     

    BIBLIOGRAFÍA

    Aliaga Gómez J, Marcos Martín C, Serrano Molina C, Gato Morais R (2003). Neuroftalmología. En: Oftalmología en Atención Primaria (pp 341- 356). Jaén: Ed. Formación Alcalá.

    Brieva L, Bestué M, Oliveros Juste A (2000). Patología del sistema nervioso autónomo. En: Grau JM, Escartín A (Eds), Manual del residente de Neurología, (pp 95-104). Madrid: Litofinter.

    Corbett JJ (2003). The bedside and office neuro-ophthalmology examination. Seminars in Neurology. Vol 23(1): 63-76.

    Sánchez B (2003). Anomalías pupilares. Annals d´Oftalmología; 11 (1): 21-32.

    Slamovits TL, Glaser JS (Eds) (1999). The pupils and Accomodation. En: Neuro-ophthalmology, (pp 527-549). Philadelphia: Lippincott Williams.

    Ropper AH, Brown, RH. (Eds) (2005). Trastornos del sistema nervioso vegetativo, respiración y deglución. En: Principios de Neurología de Adams y Víctor, (pp 452-471). Méjico: McGraw-Hill Interamericana.

    Snell RD (Ed) (1997). Sistema nervioso autónomo. En: Neuroanatomía clínica, (pp 449-478). Buenos Aires: Panamericana.