• Impersistencia motora

    La impersistencia motora es un término introducido por Fisher en 1956. Previamente síntomas similares habían sido interpretados como distintas apraxias o se habían confundido con afectación cognitiva.  Puede ser definida como la incapacidad para mantener un acto motor. La persistencia es el equivalente intencional de la vigilancia de la atención, y la impersistencia puede ser análoga a un aumento de la distracción (o la pérdida de la vigilancia) de la atención.  De manera análoga a la acinesia, la impersistencia puede afectar a distintas partes del cuerpo como miembros y ojos y ser hemiespacial o direccional. Sin embargo, la impersistencia también puede incluir otras partes del cuerpo como párpados, mandíbula y lengua. Como ocurre con la inhibición defectuosa de la respuesta, la impersistencia motora ha sido considerada previamente un signo del envejecimiento normal, si bien se ha demostrado que está presente con más frecuencia en presencia de patología cerebral (Heilman et al; 2004). De esta manera, la impersistencia se relaciona con más frecuencia con lesiones del hemisferio derecho que con lesiones del hemisferio izquierdo, aunque en este último caso son más frecuentes también que en controles normales (Kertesz et al; 1985).

     - Exploración

        Al explorar la impersistencia de las estructuras de línea media, se puede pedir a los pacientes que mantengan los ojos cerrados durante 20 segundos. De igual forma, podemos pedir que dejen la boca abierta o saquen la lengua durante 20 segundos. En aquellos pacientes que mantienen estos actos satisfactoriamente se puede continuar la exploración pidiéndoles que mantengan dos de las tareas previas de manera simultánea. Por ejemplo, se les puede pedir que cierren los ojos y abran la boca durante 20 segundos.

       Podemos estudiar también la impersistencia de los miembros. Pediremos al paciente que mantenga una postura, como tener el brazo extendido durante 20 segundos. Habrá que explorar cada miembro por separado en ambos hemiespacios, ya que la impersistencia, al igual que la acinesia o la hipocinesia puede ser hemiespacial. Para estudiar la impersistencia en los ojos, se puede pedir al paciente que sostenga la mirada hacia arriba (o hacia abajo) durante 20 segundos mientras dirige los ojos hacia la derecha o hacia la izquierda. Si el paciente mantiene la mirada en un hemiespacio pero no puede hacerlo en el otro (p. ej. La izquierda), esto sugiere que el paciente tiene una impersistencia hemiespacial de los ojos. Nunca se ha descrito impersistencia direccional de los ojos o de la cabeza, si bien es posible que esto se deba a que no ha sido estudiado previamente (Heilman; 2004). La impersistencia puede ser también direccional. Si un paciente tiene una impersistencia direccional de los ojos, puede ser incapaz de dirigir los ojos hacia el hemiespacio derecho o izquierdo y, por tanto, puede no ser posible estudiar la impersistencia hemiespacial. Para explorar la impersistencia direccional de los ojos se pide al paciente que mire hacia la izquierda o hacia la derecha durante 20 segundos. Puede utilizarse un procedimiento similar para estudiar la impersistencia direccional de la cabeza (Heilman et al; 2004). Según algunos autores  la existencia de impersistencia motora hemiespacial (así como del resto de trastornos intencionales) está peor documentada que la direccional, ya que aquella se ha comunicado principalmente en casos aislados (Meador et al; 1986, Seo et al; 2009).

     

           BIBLIOGRAFÍA

    - Heilman KM, Valenstein E, Gonzalez Rothi LJ, Watson RT (2004). Intentional motor disorders and the apraxias. En: Bradley WG, Daroff RB,FenicheL GM, Janckovic J (Ed), Neurology in clinical practice (pp 117-130). Philadelphia: Elsevier.

    - Heilman KM. Intentional neglect. (2004). Front Biosci. 9: 694-705.

    - Kertesz A, Nicholson I, Cancelliere A, Kassa K, Black SE. (1985). Motor impersistence: a right-hemisphere syndrome. Neurology. 35: 662-666.

     - Meador K, Watson RT, Bowers D, Heilmann KM. (1986). Hypometria with hemispatial and limb motor neglect. Brain. 109: 293-305.

     - Seo SW, Jung K, You H, Lee BH, Kim GM, Chung CS et al. (2009). Motor intentional disorders in right hemisphere stroke. Cog Behav Neurol. 22: 242-248.