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Fecha publicación: 07-11-2013
Autor: Ángel Fernández Díaz

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  La vida es Sueño, escribió una vez Calderón de la Barca. Pues bien, si eso es cierto, la vida de nuestros semejantes en estos tiempos actuales parece que corre el riesgo de acortarse de modo significativo. Así, el tiempo medio de sueño que un habitante del Mundo Occidental dedica a la actividad se ha reducido significativamente respecto a la media de hace doscientos años. El desarrollo de nuevas tecnologías ha favorecido el desarrollo de una sociedad 24x7, es decir, 24 horas al día siete días a la semana.

¿Es eso beneficioso? Aparentemente no: estudios realizados en la Universidad de Warwick han obtenido la conclusión de que dormir menos de seis horas al día puede conllevar un aumento del riesgo de padecer muerte prematura. Incluso se ha postulado su existencia como un factor de riesgo relacionado con la aparición de desórdenes neurológicos como la Enfermedad de Alzheimer o la Esclerosis Múltiple. Si a ello le unimos que, según datos del INFITO, hasta un 25% de la población española padece trastorno conciliatorio del sueño, entendemos que el problema que se nos plantea es cuando menos significativo y muy a tener en cuenta. En esta línea ahondan los trabajos del grupo de Mansukhani, quienes revisan las consecuencias y las comorbilidades presentes en personal Médico Residente, cuyos turnos de trabajo son de sobra conocidos por todos: la conclusión fué que se halló un mayor número de casos de accidentes con vehículos de motor, alcoholismo, empleo de fármacos (sobre todo hipnóticos) y. lógicamente, errores diagnósticos y terapeúticos. Es de sobra conocido-incluso a nivel molecular-  el efecto deletéreo que sobre la memoria tiene la deprivación de sueño, tal y como explica Havekes entre otros investigadores, por no hablar de la reducción de la tasa de leucocitos entre otras modificaciones sobre el sistema inmunológico. A un nivel más reconocible, se admite que una de las causas del desastre ecológico causado por el Exxon Valdez fue el exceso de jornada laboral de los-escasos-miembros de la tripulación.

En resumen, que se hace necesario un replanteamiento tanto global, a nivel de estrategias de Salud Pública, como a nivel individual: establecer horarios aproximados de actividad y descanso, desconectar de ordenadores, dispositivos móviles y otras tecnologías a partir de determinadas horas del día, promover la actividad física y ,sobre todo, mentalizarse que el tiempo que se dedica al ocio y al descanso también es productivo. Ya lo decían nuestros sabios antepasados helénicos: el primer requisito para hacer filosofía es el Ocio, entendido como descanso de toda actividad…lo más gracioso es que, después de cuatro mil años, no nos hemos movido de la misma conclusión que los sabios griegos: no sabemos para qué sirve el sueño a ciencia cierta, pero sin él, morimos…La vida es Sueño…pues a aplicarse el cuento.

 

BIBLIOGRAFIA

 

La Vanguardia. Com. Sección vida. 21-10-2013.
Sleep loss as risk factor for neurologic disorders: a review.Palma JA, Urrestarazu E, Iriarte J. Sleep Med. 2013 Mar;14(3):229-36.

Mansukhani MP, Kolla BP, Surani S, Varon J, Ramar KSleep deprivation in resident physicians, work hour limitations, and related outcomes: a systematic review of the literature. Postgrad Med. 2012 Jul;124(4):241-9. doi: 10.3810/pgm.2012.07.2583.

Havekes R, Vecsey CG, Abel T.The impact of sleep deprivation on neuronal and glial signaling pathways important for memory and synaptic plasticity. Cell Signal. 2012 Jun;24(6):1251-60.